Cuando tienes una junta de casi 9 horas en un día, hay muy poco que decir, PERO si el Barça pasa a su quinta semifinal consecutiva de Champions, el día no se ve tan mal.
Por la mañana empecé mi entrenamiento para el triatlón de Tequesquitengo con 45 minutos de bicicleta, el resto de día estuve reunida, pero logré estar pendiente de mi cuenta de Twitter y seguir lo más relevante del partido contra el Milán en el Camp Nou. Un 3-1 que nos pone nuevamente en unas semifinales. ¡Qué orgullo ser culé!
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