Salimos hacia Uxmal, que se encuentra a una hora al sur de la ciudad y estuvimos en las fantásticas ruinas Mayas alrededor de tres horas. Chichén Iztá es impresionante, pero personalmente disfruté más tomando fotos en Uxmal ya que es un lugar menos visitado y no está lleno de vendedores que, la verdad, le quitan un poco el encanto al estar en medio de la selva contemplando las imponentes ruinas milenarias.
Hacía muchísimo calor, pero valió la pena pues los cielos estaban de un color azul intenso y con nubes acolchonadas que le daban al lugar el toque perfecto.
Después de disfrutar de Uxmal, comimos en un hotel, Hacienda Uxmal, y comenzamos el regreso hacia la ciudad donde regresamos el coche en alquiler y dimos por terminado el viaje de tres días que rindió como si hubieran sido siete.
Ahora a ponerse las pilas para volver al trabajo, el entrenamiento para el maratón (aunque regresé con dolores fuertes en las plantas de los pies - parece que por fascitis plantar -) y retomar la dieta sana. No más Panuchos, Salbutes, tacos de cochinita, pollo al pibil o sopa de Lima. Volvemos al pollo a la plancha y ensalada :)
Gracias Mérida por un viaje inolvidable y gracias a la vida por una nueva oportunidad de disfrutarla.
0 comentarios:
Post a Comment